Hace algunas semanas se generó una polémica en el país porque el Presidente Petro se reunió en palacio con 12 gobernadores electos que él mismo denominó “cercanos al Gobierno del Cambio”, dejando por fuera a los otros 20 gobernadores electos que no son tan afines a sus políticas. Esto, a todas luces constituye un desacierto toda vez que un mandatario, así no sea electo por todos, debe gobernar para todos. Este mal referente les debe servir de espejo a los nuevos Alcaldes y Gobernadores que comienzan sus periodos el 1 de enero de 2024 e irán hasta el 31 de diciembre de 2027.
Luego de esto, recientemente el Presidente volvió a abrir las puertas de su oficina para otro grupo de gobernadores, esta vez ya con algunos de los que no lo apoyan tanto, pero ahí nuevamente volvió a dejar en entredicho su objetividad gubernamental, porque como lo dijo el electo gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, no sintieron que les haya prestado mucha atención con las diferentes peticiones; como quien dice, los invitó por cumplir…
Este mal referente les debe servir de espejo a los nuevos Alcaldes y Gobernadores que comienzan sus periodos el 1 de enero de 2024 e irán hasta el 31 de diciembre de 2027, pues si bien en las diferentes regiones y municipios hubo diversas matices políticas, en algunas partes ganó la continuidad y en otra la oposición, e incluso, en varios lugares los integrantes de algunos equipos terminaron trabajando en otros, pero aquí el reto es que gobiernen para todos, porque ya las elecciones pasaron.
Así es, todas las decisiones que tomen los gobernantes y sus equipos, deben ir enfocadas en el impacto generalizado de una comunidad y no en el beneficio de unos pocos; y menos si esos pocos fueron quienes respaldaron sus intereses políticos.
Atrás deben quedar las rencillas, las revanchas y los retrovisores; de lado se deben dejar todas aquellas molestias que se pudieron vivir en campañas y enfocarse todos en sacar adelante aquellos temas en los que las comunidades no han podido avanzar.
Lo anterior también incluye a las bancadas opositoras o de independencia en los Concejos Municipales y Asambleas, pues si bien la oposición es necesaria para el equilibrio de las democracias, esta no significa atravesarse en el camino a no dejar pasar nada con el único argumento del NO.
Los nuevos gobiernos tienen innumerables retos, entre ellos la seguridad, las vías, la infraestructura educativa y de salud, fortalecer la participación ciudadana y recuperar la confianza de las comunidades en las instituciones del Estado, que infortunadamente en varias partes se ha ido quebrando de cuenta de las malas gestiones e incumplimientos de algunos gobernantes pasados o salientes.
