Según la RAE, la palabra Desgobierno significa “desorden, desconcierto, falta de gobierno”, lo que podría aplicarse perfectamente para varios casos en Colombia, pero que en esta oportunidad nos centraremos en hablar de lo que ocurrió en Medellín entre el 2020 y el 2023 con Daniel Quintero Calle como Alcalde; y en lo que viene ocurriendo desde agosto de 2022 con Gustavo Petro como Presidente de la República.
Para el caso de Medellín, el actual Alcalde Federico Gutiérrez ha sido reiterativo en sus denuncias que afirman que “el déficit en el que Quintero dejó a Medellín es cercano a los 4 billones de pesos”. Esto, sumado a las investigaciones que traen la Fiscalía y la Procuraduría, a las destituciones de funcionarios, y a que el señor Quintero se bajó del barco antes de que llegara a puerto, sumergieron a los ciudadanos en una profunda desconfianza, que sólo se podrá superar cuando los resultados administrativos vuelvan a ser visibles; o sean, cuando haya Gobierno en lugar de Desgobierno.
Aun así, y muy a pesar del desengaño de los medellinenses y antioqueños, Quintero Calle, en lo que podría calificarse como un acto de mitomanía, continúa desde sus redes sociales creyéndose el cuento de que hizo un buen Gobierno, al tiempo que ataca y cuestiona a su sucesor.
Por ahora, Fico Gutiérrez ha dicho que “nosotros seguiremos trabajando para recuperar la confianza y para que Medellín retome su rumbo. Asimismo, seguiremos entregando nuestros hallazgos a las entidades de control y serán estas las que se encarguen de abrir o continuar las investigaciones pertinentes. A nosotros nos corresponde resolver los problemas, cubrir las necesidades sociales, y eso haremos”.
De otro lado, un verdadero panorama de incertidumbre y desorden es lo que estamos observando a diario desde el Gobierno central, pues se podría decir que no ha pasado una sola semana en la que no se genere un escándalo, en la que no haya una metida de patas, una salida en falso o alguna pelea casada.
Las chuzadas de Sarabia; la pelea con la Fiscalía; la hecatombe con las Reformas; el helicóptero de Francia; las denuncias contra el hijo de Presidente; los 1.000 millones que se gasta la primera dama; el limbo con los diálogos de paz; la encerrada de los Magistrados en la Corte Suprema; la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos; los contantes cambios en el Gabinete; los carrotanques de la Guajira; los señalamientos de Benedetti; las camionetas de la UNP; la destitución del Canciller; la asignación del contrato de Pasaportes; las llegadas tarde del Presidente; las agarradas en la cuenta de X con diversos sectores y hasta las constantes desapariciones del Mandatario en la agenda pública son sólo algunas de las noticias que le han llegado a los colombianos durante año y medio.
No somos quién para decir si alguien es buen o mal gobernante; mucho menos tenemos un software mágico para saber cuándo hay Gobierno o Desgobierno, lo único que sí sabemos es lo que rezan dos antiguos refranes populares: “Por sus actos los conoceréis” y “obras son amores”.
Por: Oscar Morales Orozco
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