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A doña María Fidelina la despertó la humedad en el colchón en el que dormía. Hasta ese momento no había escuchado el ruido del barranco que por tercera vez se venía sobre su vivienda, ahora ella y sus dos vecinos en el casco urbano de Nariño, Antioquia, están a la espera de una solución definitiva que los proteja de una tragedia mayor.

Desde el sábado 3 de octubre, en el momento en que doña María y su hijo de 10 años, resultaron afectados por el deslizamiento, viven con la tierra hasta el techo, sin baño en  la vivienda por causa del material que desde ese momento está acumulado en parte posterior y pendiente de una revisión por parte de la Secretaría de Planeación de Nariño.

De poco sirvieron los palos de guadua, que a manera de solución provisional, le había entregado la administración municipal en 2019 para que hicieran contención de los dos derrumbes que solo el año pasado afectaron a esta familia.

“Los bomberos vinieron y tomaron fotos con el celular, el señor me dijo que esperara una llamada” expresó la mujer visiblemente afectada. A su preocupación, se le suma no saber si el problema sigue y no tener certeza de cómo sacar el material de su casa.

Sin embargo, el alcalde Jhon Fredy Cifuentes, señaló que se realizará una intervención a la vivienda, la cual no compromete la infraestructura de la misma. Por lo pronto, la solución inmediata será reactivar el servicio de alcantarillado y sacar el material de la vivienda.

Cifuentes reconoce que en Nariño no se ha tenido un buen manejo constructivo, pues antes no se tenían normas estrictas para la construcción, por eso es común que se presenten este tipo de tragedias, sin embargo, están activas las alertas para vigilar este tipo de situación y, de hecho, se tiene un fondo especifico para la atención inmediata de desastres.

Por: Viviancy Duque Ramírez